sábado, 3 de enero de 2009

COLOM COLOM

... y su hijo cristobalito.

Vamos a comer un asado a Santa María, unos quince minutos de Palma, para los forasters.
Somos grupo numeroso: Nosotros seis, María Elba, Biel, Elena hermana de Biel, Fernando papá de Biel.
Personaje, Fernando. Cincuenta y tres, o algo más, deportista extremo, medio maratonista, trekkista de fondo, caminador incansable de montañas varias, en Mallorca, en la península y aledaños. Con retiro forzoso desde hace dos años por un accidente de moto de recuperación lenta, casi lista, vamos. Y se agrega a último momento Onofre, amigo de Fernando, alto cargo de Iberostar a quien visita Fernando para pedirle vinagre para la ensalada y que termina acoplándose a la comilona.
Onofre resulta ser un erudito en el tema de Cristóbal Colom, con m, adrede, se verá porqué.
En el tema de don Cristóbal y más en su origen, porque hay que decir que existen argumentos sólidos que abonan la tesis de que el Gran Almirante proviene nada más y nada menos que del pueblo de mi abuelo, esto es, Felanixt.
Mientras un embrión de novela se me va formando en el cerebelo, me entero que hay pruebas de que Colom era hijo natural del príncipe de Viana y de Margarita Colom. El Viana de marras resulta ser bisnieto del abuelo de los Reyes Católicos, así que como en la época los hijos naturales tenían derecho de herencia, por esas cosas de los nobles Cristóbal resulta tener derechos reales a la corona de Aragón. Y obtiene el apoyo para sus campañas en tierras de Indias por el deseo manifiesto de los Reyes de quitárselo de encima y mandarlo al infinito non plus ultra donde se terminaba el mundo y empezaban los dragones y los basiliscos que se devoraban vivos y enteros a las carabelas y a los bergantines y a todos sus ocupantes.
En fin, el tema parece que da para mucho, parece ser que hay documentación abundante y resulta estar a la vuelta de casa, así que tal vez, quizás, cuando los Akenz encuentren su lugar en el mundo, y a la luz de una estrella matutina algún editor trasnochado, en una de esas atacamos algo por ese lado.

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